Villahermosa, Tabasco; 6/nov/2019.- El ex gobernador de Tabasco, Arturo Núñez Jiménez, pasó en un año de verdugo de Andrés Granier Melo, a culpable del desvío de cuatro mil 398 millones de pesos, tras serle reprobada su cuenta pública 2018 por el Congreso Local.
Como nunca antes el Órgano Superior de Fiscalización del Estado propuso al Congreso la reprobación de la cuenta pública, por observaciones graves en distintas dependencias, donde el común denominador fueron los pasivos sin pagar, gastos sin comprobar, pagos excesivos en nómina, desvío de recursos públicos, obras pagadas sin concluir, adjudicaciones sin licitaciones de obras y mal uso de recursos.
Desde el principio de su gobierno Núñez sentenció: “A quien haya hecho privados en su beneficio los recursos públicos, no les espera el disfrute de rentas mal habidas, les espera todo el peso de la ley”.
En esa misma ocasión estableció la vara con la que sería medido en su último año de gobierno, ya sin poder, ni respaldo, cuando dijo: “¡Nunca más fiscalización a modo ni revisión selectiva con criterios político partidistas de las cuentas públicas!”.
Núñez acusó a Granier de desviar 23 mil millones de pesos, sin embargo, sólo logró abrirle dos causas penales por un monto de 2 mil 796 millones, mientras que él es señalado de desviar casi el doble, cuatro mil 398 millones.
ASÍ PRESUMÍA
“No he venido a gobernar para ver qué me llevo de Tabasco; he venido a hacerlo para aportarle a Tabasco”, frase célebre del ex mandatario estatal.
Y es que, con 30 votos a favor, tres en contra y dos abstenciones, los diputados locales decidieron reprobar la cuenta pública 2018 de Núñez Jiménez, debido al elevado monto de las observaciones sin solventar.
Al ex mandatario se le revirtió el presagio, pues en su momento justificó el quebranto financiero heredado, señalando que “la indisciplina presupuestal, la mala administración, la falta de previsión y controles, aunados a la grave y generalizada corrupción de las estructuras de gobierno, son responsables en alto grado de la actual situación”.
LA DECEPCIÓN MÁS GRANDE
A decir del analista político, Luis Antonio Vidal, el caso de Arturo Núñez puede calificarse como la decepción más grande en la historia política de Tabasco, porque llegó a la gubernatura con todas las cartas credenciales importantes que un político pueda poseer, siendo además el primer de izquierda en Tabasco.
“Él prometió y juró por su biografía política, que no acabaría igual que su antecesor y vemos que no acabó igual, acabó peor”, apuntó.

Con información de Chontalpa Diario.